Nuestro compañero y amigo, Pedro Caballero, haciendo gala de su habilidad e ingenio en el arte de la poesía nos deleitó con unos versos haciendo un repaso y homenaje a todas las obras hasta la fecha realizadas y a todos los que hemos participado en esta década.
10º ANIVERSARIO
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Hace dos
lustros ahora
que un tal
Gonzalo Magán
con otros
faranduleros
se atrevieron
a estrenar
y pusieron en
escena
una función
teatral.
Desde
entonces cada año
no han cesado
de actuar.
¡¡ Pongan
atención, señores !!
que les vamos
a mostrar
personajes
que han traído
a este
escenario. Verán:
Por aquí han
pasado niños
de poca y de
mucha edad:
niños altos,
niños bajos,
todos guapos
en verdad;
con sus
lazos, sus coletas,
sus babis, su
ingenuidad...
Los curas y
las sotanas
nunca podrían
faltar,
con su porte,
su bonete,
su prédicas y
misal.
Tampoco
faltaron monjitas
con su ropa
habitual.
Personajes de
uniforme
y gallardía
sin par
exhibieron
sus medallas
y su orgullo
militar.
Uno llegó a
coronel
y ninguno a
general.
Instructores
y maestros
deseosos de
enseñar
dieron
muestras de su oficio
con eficacia
y afán,
mas no
siempre hicieron gala
de dulzura y
suavidad.
Encantadoras
pilinguis,
todas llenas
de bondad,
intentaron
convencernos
de ser
“mujeres fatal”
con sus
artes, sus atuendos,
y atributos
por demás…
Con chaleco
algunas veces,
con descaro
las que más,
mayordomos y
criadas
nos dieron un
recital
de vestir con
elegancia
la cofia y el
delantal;
pícaros,
respondones,
mas siempre
con lealtad.
Los romeos y
julietas
al guiso le
añaden sal;
que no hay
comedia sabrosa
si le falta
lo esencial,
como no hay
Ninet sin Murcia
ni Susana sin
Julián,
o Angélica
sin Cleanto
ni dama sin
su galán.
Sufridos
oficinistas
fieles a su
ritual
de rutinas,
expedientes
y el
escalafón trepar,
quieren
aumento de sueldo,
como es
lógico y normal.
Ciertos
agentes del orden
cargados de
autoridad
con su gorra
y su uniforme
intentaron
acallar
las disputas
de unos y otros
poniendo
justicia y paz.
Jovencitas
casaderas
con su
posición social
y pobretes
pretendientes
que las
quieren conquistar
o conseguir,
por lo menos,
que les den
de merendar…
Gentes con pocos recursos
que llegan a la ciudad
y malviven en pensiones
de muy baja calidad
compartiendo frío y penas
y sin poderlas pagar...
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